Durante estos días analizaba un texto de Tom Peters, en el que mencionaba lo importante de dar la bienvenida a los fallos. No solo reconocerlos, sino celebrar y hasta fomentar los fallos. El autor menciona que no existe el éxito si este no ha sido precedido por un montón de fallos (o fracasos).
Aunque Peters aborda el tema hacia el tema de la economía y la empresa, bien expresa que este principio puede aplicarse en todas las actividades que realizamos, y supongo que en la educación no queda excluído del principio. Pero ¿por qué celebrar y hasta fomentar los fallos?
Algunas de las líneas expresadas en el artículo del autor mencionado, comentan que el fallo es la auténtica esencia del aprendizaje, del crecimiento y del éxito. El fallar en un intento es lo que nos obliga a superarnos y encontrar la causa del error para que nuestro próximo intento sea mucho mejor, y así nos superamos. Aprendemos cada vez que nos equivocamos, y sin embargo tenemos la tendencia (tanto siendo estudiantes como docentes) a evitar los fallos, esconderlos, no admitirlos.
Muchos docentes expresan a sus alumnos que no está mal equivocarse, que vienen al liceo a aprender, y se supone que no tienen que saberlo todo. Más allá de decirlo, es importante plantear un espacio en el que los alumnos se sientan "cómodos" si se equivocan. Dar lugar a la participación y celebrar dicha participación sin importar lo acertada que sea. En talleres y ejercicios, los errores pueden marcarse como puntos a mejorar, experiencias para reforzar el próximo intento, y no como causa de frustración negativa para el estudiante. Y lo mismo nos debería pasar a los docentes, tener la humildad de reconocer que nos equivocaremos junto a ellos en mil experiencias, y aprenderemos mucho la próxima vez en lo que se refiere a técnicas, maneras de tratarlos, entenderlos, evaluarlos y hasta el material que les damos.
A veces, de los fallos surgen nuevos planteamientos para tareas que antes se realizaban de modo distinto. Tener una visión objetiva nos permitirá verlos como oportunidades para abordar un tema con nuevos procedimientos, nuevos caminos que transitar.
Quien tiene miedo a fallar, verá afectada su posibilidad de aprendizaje, y truncará su superación si no aprende de esos errores. ¿Cuántos errores cometeré hoy? Quien sabe, pero si estoy atento, me permitirán crecer.
¿Cuál es su opinión sobre este tema?
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